Queridos amigos, ya llegó Nochebuena y se llama así, porque es la noche en que vino el AMOR al mundo, envuelto en pañales y reclinado en un pesebre.
Nochebuena que celebramos todos los años, porque en esta noche, en la que se dan tregua las guerras, en la que reina la armonía, en la que, en los cinco continentes los corazones que creen el Ël, vibran llenos de esperanza y amor, reina la paz por una noche.
La Nochebuena, nos recuerda que esa paz sería posible, si todos los días del año fueran Nochebuena, si nos diésemos cuenta de una vez que valdría la pena para el ser humano, que todas las noches naciera el Niño Jesús en su corazón .
Mis queridos amigos, pensando estas cosas nos encaminamos a Villafranqueza, Antonio y yo, con nuestras hijas Maribel y María Belén, y nuestra nieta mayor Mabel, y allí estaba en la puerta de la Iglesia de San José, esperándonos, D. José Manuel, descargamos las viandas, preparamos las mesas y fueron viniendo ángeles a compartir con nosotros tan entrañable noche de AMOR.
Los hermanos del ARCA DE MARIA y todos nosotros arropados por el padre D. José Manuel, cenamos entre buen humor y la alegría de saber que era una noche especial para todos y estábamos en la mejor compañía.
Misa preciosa, oficiada por el párroco y villancicos, besos al Niño, dulces, más amigos, Memy y su familia que vinieron de Onil, Jose y su hijo Dany, Juanjo y más amigos con guitarra incluida pasamos una noche inolvidable y feliz.
Gracias a D. José Manuel por habernos invitado, a los hermanos del Arca de María, por enseñar portugués a María Belén, y a todos por recibirnos con amabilidad y alegría, gracias de corazón y feliz Nochebuena.