Queridos amigos, aquí nos tenéis, nuestro querido ángel de Crevillente Alfredo Sanchez Sansano, Antonio, una servidora y Wily, el pincher de Alfredo.

           Fuimos a pasar la tarde con esta entrañable familia que queremos como si fuera nuestra, Jose María, el padre de Alfredo, Aurelia, su madre, su abuela y su tía nos recibieron divinamente, haciéndonos sentir como en casa, y Alfredo con su sonrisa que nos llega al alma, y yo cada vez que le doy un beso, siento que estoy besando  a un ángel de los de verdad, de esos ángeles que pintamos los pintores y nos inspiran a los poetas, ángel con alitas, porque Alfredo las lleva, aunque él no lo sepa.
           Pido a Dios y rezo por ello, que nunca le falte la sonrisa, que nos siga transmitiendo su valentía, sus ánimos, su alegría, y nosotros estaremos siempre esperando ir a visitarlo y ofrecerle nuestro más sincero cariño.
                       Gracias Alfredo a ti y a tu maravillosa familia, y que Dios os bendiga y os guarde.