Queridos amigos:
El viaje a Cueca, ha sido un encuentro con amigos que los tienes guardados en tu corazón, y que por causas ajenas no puedes visitar como quisieras, pero cosas de la vida, se presentan como un milagro, en este peregrinaje de "MIS REFLEXIONES PARA TÍ", y es Cuenca, la ciudad elegida esta vez, para presentar el libro, y allí estaban ellos.
Cuando llegamos, un poco despistados, y vimos a Ramón con los brazos levantados, el alma se nos llenó de alegría. Después a Dori, que estaba igual de guapa como la recordabamos, y eso si, sus retoños habían crecido, y mucho, pero todos continuaban teniendo las mismas preciosas caritas de cuando eran pequeños, por aquel entonces, algunos no levantaban dos palmos del suelo; Elena, Ramón, Almudena, Jesús y Pedro, que acababa de recubir al Señor por primera vez en su vida.
El encuentro fue precioso corto pero intenso, las muestras de cariño que he recibido en Cuenca, me han cargado las pilas para meses.
Gracias por estar ahí, por ser nuestros amigos, hermanos de Cristo, por querernos, por dejaros querer u por haber llenado nuestros corazones de felicidad.
Nos hemos venido felices y contentos, en el viaje de vuelta, el coche y nosotros volvíamos para nuestra tierra, pero sabed que os hemos dejado un trocito de nuestro corazón con vosotros.
Gracias también al tío de Ofelia, Carlos, por su agradable compañía, y a todos los que nos acompañásteis, sabed que nos tenéis incondicionales y que rezamos para que alcancéis vuestros sueños en el cielo.
Gracias Cuenca, gracias amigos, y que Dios os bendiga a todos.
Maribel
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