lunes, 3 de junio de 2013

Fiesta para Alfredo con Pasodoble incluido.


          La Asociación Musical La Sinfónica de Crevillente, había organizado un concierto para ayudar a que la conciencia colectiva se despierte en favor de un ángel que tenemos entre nosotros que se llama Alfredo Sánchez Sansano.




             Con mi querido Ángel Alfredo, más ancha que larga, y él feliz con sus sábanas y mantita del BARSA, su equipo.


                     Aquí con Alfredo, amigos y mi hija Maribel, que también quiere muchísimo a Alfredo.




          Todo preparado de buena mañana, camión incluido y amigos de la Cruz Roja para transportar a tan delicada criatura, y muchos amigos venidos de todas partes, esperando su llegada en el parque Ronda Sur de Crevillente.






                                     Grandes profesionales y grandes personas en el Concierto.







                         Ramón Hurtado, gran músico y extraordinaria persona, en pleno concierto .


                                     
                    Alfredo llega y le colocan debajo y a la sombra agradecida de un árbol, donde los corros a su alrededor no cesan de querer hablar con él, decirle piropos y demostrarle su cariño, fotógrafos por todas partes para inmortalizar el acto, y empieza el concierto, magnífico Concierto interpretado magistralmente por tan buenos maestros y dirigido por el joven director  Valerio Isaac Montoya Soler.





 
         A petición de los organizadores del Acto, dedique unas palabras para  Alfredo y a sus amigos, y leí una historia de los sentimientos, que en esos momentos nos embargaban a todos y creí que era oportuno resaltarlos, sobre todo los buenos.



     Aquí, Vicente Navarro, gran tenor de Crevillente dirigiendose a Alfredo y a todos los presentes, con palabras que nos llegaron al alma.


             Alegría que va traspasando la plaza a los sones de marchas festeras y `pasodobles, y llega el gran momento del pasodoble a Alfredo Sánchez Sansano, compuesto por el gran compositor D. Víctor Montoya Prieto,  todos emocionados escuchamos los acordes mirando a Alfredo, que también emocionado escucha la música que lo va a inmortalizar para siempre.


              Aquí me tenéis con dos joyas de personas, Victor Montoya padre y Valerio  Isaac  Montoya hijo, Director de la Asociación Musical La Sinfónica de Crevillent.
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                Nuestro querido Alfredo y su padre Jose María, un hombre que vale lo que pesa en oro.



            D. Victor Montoya Prieto dirigiendo unas palabras y recitando una magnífica poesía del gran poeta manchego que reside en Barcelona D. Juan Cano Rico.


              Después más  música y entre ellas el pasodoble que a una servidora le dedicó el insigne compositor ilicitano D. Antonio Sempere Garrigós, muy bien interpretado por los magníficos músicos, y cantado como los ángeles por D. Vicente Navarro que me hizo llorar de emoción al escuchar sus palabras de cariño.


              Alfredo nombrado " SOCIO DE HONOR · de la Asociación Musical La Sinfonica de Crevillent.


             A Antonio Roca Rocamora, mi marido también lo han nombrado  "SOCIO DE HONOR" de la Sinfónica de Crevillent el seu  poble  (su pueblo). Con amigos de la infancia.





             La Asociación Musical al pleno con nuestro querido Alfredo disfrutando del éxito obtenido.


     Para finalñizar tan brillante encuentro, como no podía ser de otra forma se interpretó el himno a Valencia, cantado por el gran tenor crevillentino D. Vicente Navarro, coreado por los presentes que emocionados ya nos dolían las manos de tanto aplaudir a los músicos, al director y al cantante.


               El gran compositor de Crevillente D, Marcos Galvany autor de la Opera OH MY SON, a la que asistimos en su día encantados, no faltó a la cita con Alfredo.



                El camión-transporte para Alfredo con cama incluida, gracias de corazón por traérnoslo.


             Gracias de todo corazón por la organización maravillosa de este evento, que ha llenado de felicidad a Alfredo y a su familia, quedará grabado en nuestras memorias la imagen de este ángel de Crevillente a la sombra de un buen árbol escuchando su música, escrita, inspirada y pensada para él.



                 Aurelia abuela de Alfredo y Aurelia madre de Alfredo con una buena amiga, dos Aurelias que tienen en el cielo una corona de gloria, que Dios las bendiga.


                   Fotografía para un recuerdo imborrable, gracias amigos, tenéis todos un gran corazón.


Que Dios os bendiga  y  un millón de  GRACIAS.

             
                     Adios querido Alfredo nos has llenado el corazón una vez más de PAZ y AMOR, te queremos.


                  Nuestra hija Maribel, que orgullosa muestra el  Diploma de su padre como  Socio de Honor de  La Sinfónica de Crevillente.

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