Queridos amigos, Toledo es precioso, una joya, en el viaje nos acompañó el sol todo el camino, el coche iba devorando los kilómetros y dejandonos a los lados un paisaje maravilloso, donde el horizonte se perdía ante nuestros ojos, Albacete, Ocaña y Toledo, ese era el itinerario.
En el viaje nos acompañó mi presentador de lujo D. Francisco Sempere Botella, Paco para los amigos, el viaje se nos hizo corto, pero eran las dos y el estómago no perdonaba, nos adentramos en el casco antiguo y allí bajo el reclamo de jóvenes a los tutistas, fuimos a parar a un restaurante familiar en el que los dueños nos hicieron sentir como en casa.
En el menú, como no podía ser de otra forma - Sopa Castellana - y - Carcamusas de Toledo -, un manjar, os lo aseguro.
Después, a tomar café en la Plaza Zocodover, y a visitar la ciudad a toda prisa, porque a las 7 de la tarde teníamos que empezar el acto.
Catedral, (maravillosa, me quedé sin palabras), judería, calles emblematicas y vistas como las de un Belén de Navidad, muchas cosas nos han quedado por ver, como el cuadro de El Greco, que me ilusionaba tanto verlo de cerca, pero volveremos, quedan pendientes para D. Jesús Díaz López, Párroco de Nuestra Sra. de la Asunción, de Alameda de la Sagra, que vino a acompañarnos y estuvo en la mesa de presentación, el darle unas charlas en su parroquia.
La presentación de Paco, fue magistral, y la conferencia les gustó mucho a los que allí asistieron, de la librería Hojablanca, se presentó para vender los libros de "Mis reflexiones para ti", Teresa, una joven encantadora, y todo, todo salió bien.
La sala de conferencias de la Biblioteca de El Alcazar es una preciosidad de lujo y comodidad, y Algonso González-Calero, responsable de supervisar el acto, una excelentísima persona, hasta Jesús, guarda de seguridad con el que me fotografié, nos recibió muy amablemente.
Todo salió redondo, en un día de esos que te dejan el corazón rebosante de alegría, y acabado el acto nos despedimos de amigos , que allí dejamos con la firme promesa de volvernos a ver y con más tiempo, y de Toledo, y sobre todo de El Alcazar, que fuimos dejando a nuestra espalda recorriendo el camino de vuelta a casa.
El Señor nos acompañó en la ida, allí, y en la vuelta-.Todo bien gracias a Dios, y misión cumplida.
Gracias a todos vosotros por estar ahí y recibir nuestras andanzas, y que Dios os bendiga.
Maribel Sansano, en el diario La Tribuna de Toledo
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